Un canal de denuncias, también conocido como canal ético o línea ética, es un mecanismo establecido por las organizaciones con el objetivo de permitir a sus empleados, clientes, proveedores u otras partes interesadas informar de manera segura y confidencial sobre posibles infracciones o comportamientos inadecuados dentro de la organización. Este tipo de canales son un elemento esencial para promover la transparencia, la responsabilidad y la lucha contra la corrupción y otras prácticas irregulares.
Está basado en la Ley 2/2023, de 20 de febrero, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción y tiene como objetivos principales:
1. Proteger a los denunciantes: La normativa suele establecer medidas para proteger a los informantes (denunciantes) de represalias por parte de la organización o de terceros que puedan estar involucrados en las infracciones denunciadas.
2. Confidencialidad y anonimato: Los canales de denuncia deben garantizar la confidencialidad y, si es necesario, el anonimato del denunciante, protegiendo así su identidad durante todo el proceso.
3. Respuesta adecuada: La normativa puede establecer que la organización debe responder adecuadamente a las denuncias recibidas, investigándolas y tomando las medidas necesarias en caso de confirmarse la veracidad de la información.
4. Accesibilidad y comunicación: Las organizaciones deben comunicar claramente la existencia de estos canales, su accesibilidad y su funcionamiento a sus miembros y partes interesadas.
5. Plan de acción y seguimiento: La normativa puede requerir que la organización establezca un plan de acción para abordar las denuncias, y también puede exigir un seguimiento adecuado para garantizar que se tomen las medidas necesarias.
6. Integración con otras normativas: Los canales de denuncia pueden estar sujetos a otras regulaciones, como las relacionadas con la protección de datos personales u otras normas específicas para determinadas industrias.
Un canal de denuncia o canal ético es, por lo tanto, un instrumento importante que permite a las personas poner en conocimiento de la organización las posibles infracciones o prácticas inadecuadas, con la confianza de que serán tratadas con seriedad y que su anonimato y seguridad estarán protegidos. Esto ayuda a promover una cultura de cumplimiento normativo y responsabilidad ética dentro de las organizaciones.